Me alojé en el Rixos Downtown Antalya en diciembre de 2025. En general, la experiencia fue muy buena. El personal fue amable y extremadamente servicial desde el momento del check-in hasta el final de mi estancia. Me ascendieron a una habitación con vistas al mar debido a mi estatus Platinum, lo cual agradecí enormemente. También encontré una botella de vino en la habitación, aunque no sé si era un regalo de bienvenida por mi estatus o un detalle habitual. Sin embargo, no había ninguna tarjeta de bienvenida ni nada similar. Lo mejor del hotel es el personal, el gimnasio y la zona de spa, que son muy buenos, y el bonito diseño de las instalaciones, con manantiales y fuentes. Como fui en invierno, disfruté especialmente de los calefactores exteriores y las chimeneas por las noches, que crean un ambiente muy agradable. También me gustó la gran variedad de bebidas alcohólicas que ofrecen. El servicio de transporte gratuito y el acceso a The Land of Legends son grandes ventajas de alojarse en Rixos. Qué se podría mejorar: En primer lugar, el restaurante y la calidad y variedad de la comida que se sirve en el desayuno, el almuerzo y la cena. Viajo mucho y me he alojado en muchos hoteles de la región. En Megasaray Westbeach, por ejemplo (que tiene una clasificación inferior), la comida era notablemente mejor: mayor variedad de pescado, ternera y pollo, y mejores postres. En algunas ocasiones, el pollo de Rixos se servía poco hecho, no solo «al punto», sino realmente sin cocinar del todo. Sin duda, este es un aspecto en el que Rixos podría mejorar. Debo añadir que compartí esta opinión con el servicio de atención al cliente cuando me lo preguntaron, y me ofrecieron repetidamente cocinar algo especial para mí sin coste adicional. Lo agradecí mucho y me sentí halagado, pero lo rechacé, ya que la selección estándar ya era más que suficiente. Simplemente lo comparé con otros hoteles basándome en mi propia experiencia. Las habitaciones también estaban un poco deterioradas, aunque seguían siendo cómodas. De hecho, personalmente disfruto del toque de lujo de 1991, cuando el hotel abrió sus puertas por primera vez bajo la marca Sheraton. Gran parte del diseño interior se ha conservado desde entonces, y para mí esto no es un inconveniente, sino que le añade cierto encanto. Sin duda, me encantaría volver al Rixos Downtown. Gracias por una estancia tan agradable.